jueves, 14 de mayo de 2015

Barranco Feysonciego

Participantes: Carlos Heras, Gabri y la que escribe, Pilar


Ya llevábamos seis días barranqueando sin parar y nos apetecía olvidarnos un poco del neopreno. Así que qué mejor opción, como amantes de las grandes verticales que somos, que el barranco de Saravillo, Espuena o Feysonciego, un barranco generalmente seco y en un ambiente de alta montaña inmejorable.

Nos levantamos sin prisa y pusimos rumbo a Saravillo. Un pueblo pequeño y tranquilo, elegido como lugar de estancia en alguna de nuestras ascensiones invernales de montaña. Allí cogimos la pista hacia el refugio de Santa Isabel, la misma pista que hay que tomar si queremos subir el Cotiella. En una de las curvas cerradas de la pista termina el barranco y fue allí donde dejamos el coche. Continuamos a pie por la pista hasta llegar al refugio y nos adentramos en el bosque buscando el cauce del río.

En poco más de media hora nos plantamos en la cabecera del barranco. Al principio se suceden un serie de rápeles cortos hasta llegar al rápel de 55 metros, un gran abismo se abre a nuestros pies...


...pues el barranco gana en verticalidad pudiendo incluso apreciar los siguientes rápeles. 


La sensación de vértigo se multiplica por diez cuando vemos a nuestros compañeros convertidos en pequeñas manchas.


Tras éste rápel vienen otros también de gran tamaño...




...y después de andar un poco por el lecho del río, 4 rápeles cortos nos dejan en el final del barranco.



Sin duda un gran descenso si lo que más deseas es verticalidad, alta montaña y altas dosis de adrenalina.


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