sábado, 28 de febrero de 2015

Barranco del Molinar

Participantes: Carlos Heras y la que escribe, Pilar Carrasco


Después de haber descendido los barrancos del Tranco del Lobo y el Santuario por la mañana y tras recuperar fuerzas en la comida, decidimos emprender el descenso del tercer y último barranco que habíamos planeado para el día, el barranco del Molinar, cercano a los otros dos. Dejamos el coche en la cabecera del barranco, en una curva pronunciada de la pista que sube desde el embalse del Molinar. Tardamos menos de 15 minutos en acceder al cauce, de carácter muy abierto y con bastante vegetación. 

En poco tiempo nos encontramos con el primer rápel. 



Así fuimos descendiéndolos, ganando cada vez más verticalidad. 




Es curioso que en la pared de uno de ellos se abre una puerta que conduce a un túnel que une con la carretera que va al embalse. 


Te puedes pegar un buen susto si al asomarte ves, en la oscuridad, la luces de un coche que se aproxima… Y finalmente llegamos al final del barranco que une con un camino que bordea el embalse y que nos regala unas preciosas vistas...


...y algunas extrañas pinturas en las rocas y árboles como ésta. 


Siguiendo este camino enlazamos con la pista que habíamos tomado anteriormente con el coche y por fin llegamos al mismo en poco menos de una hora. Entretenido barranco que ponía el broche final a un gran día.

Barranco del Santuario

Participantes: Carlos Heras y la que escribe, Pilar Carrasco


Después de descender el barranco del Tranco del Lobo, decidimos aprovechar lo que quedaba de mañana para realizar el barranco del Santuario, situado a pocos kilómetros del anterior en dirección a Villa de Ves. Dejamos el coche muy cerca del santuario del Cristo de la Vida donde las vistas al río Júcar y al embalse del Molinar son impresionantes. El acceso al barranco es inmediato y al poco de andar por el cauce nos encontramos con el primer rápel de 20 metros. 


Pasado éste, un poco más adelante, se encadenan 3 rápeles de 11, 22 y 20 metros, muy verticales y con vistas al inmenso cauce del Júcar. 





Ojo con algunas descripciones que indican que los dos últimos rápeles son de 40 metros y no superan los 22 metros, pudiendo llevar cuerdas más pequeñas. El retorno se nos complicó bastante pues la vegetación y la falta de hitos hicieron que acabáramos volviendo campo a través, tardando más de media hora en llegar al coche. Barranco corto y con espectaculares vistas al río.



Barranco del Tranco del Lobo

Participantes: Carlos Heras y la que escribe, Pilar


El frío y la lluvia cubrían casi toda la península, y como no concebimos la idea de quedarnos un fin de semana en casa sin salir, buscamos el único lugar donde la información del tiempo en la web nos decía que haría sol, y ese lugar era Albacete. Le echamos el ojo a unos cuantos barrancos cercanos a la localidad de Casas de Ves y que desembocaban todos ellos en el río Júcar. Se trataban de barrancos secos, y aunque preferimos los barrancos con agua, no nos desagradaba la idea de hacerlos. Así que el sábado por la mañana pusimos rumbo a Albacete para empezar con el primer barranco del día, el barranco del Tranco del Lobo.

El acceso es prácticamente inmediato. En breve localizamos el primer rápel de 8m. 


Y tras caminar un rato por el cauce del barranco encontramos el siguiente rápel de 7m. 


Los rápeles son en su mayoría volados, y así, sin darnos cuenta fuimos bajando uno a uno hasta llegar al río Júcar con el último rápel de 20m.



El retorno es cómodo y en menos de media hora te sitúa de nuevo en el coche. Barranco bastante entretenido, después de llegar al coche, un tentempié y a por el siguiente del día.