Participantes: Carlos Heras y la que escribe, Pilar Carrasco
Después de haber descendido los barrancos del Tranco del
Lobo y el Santuario por la mañana y tras recuperar fuerzas en la comida,
decidimos emprender el descenso del tercer y último barranco que habíamos
planeado para el día, el barranco del Molinar, cercano a los otros dos. Dejamos
el coche en la cabecera del barranco, en una curva pronunciada de la pista que
sube desde el embalse del Molinar. Tardamos menos de 15 minutos en acceder al
cauce, de carácter muy abierto y con bastante vegetación.
En poco tiempo nos
encontramos con el primer rápel.
Así fuimos descendiéndolos, ganando cada vez
más verticalidad.
Es curioso que en la pared de uno de ellos se abre una puerta
que conduce a un túnel que une con la carretera que va al embalse.
Te puedes
pegar un buen susto si al asomarte ves, en la oscuridad, la luces de un coche
que se aproxima… Y finalmente llegamos al final del barranco que une con un
camino que bordea el embalse y que nos regala unas preciosas vistas...
...y algunas
extrañas pinturas en las rocas y árboles como ésta.
Siguiendo este camino
enlazamos con la pista que habíamos tomado anteriormente con el coche y por fin
llegamos al mismo en poco menos de una hora. Entretenido barranco que ponía el broche
final a un gran día.