miércoles, 13 de agosto de 2014

Barranco Flageto y Viandico

Participantes: Pilar, Carlos Heras, Carlos Aranda, Javi, Gabri y servidor, Rubén



Después de realizar por la mañana la Garganta de las Gloces, decidimos avanzar un poco más por la carretera y emplear la tarde disfrutando del barranco Viandico. Según lo que habíamos leído en otras reseñas, es aconsejable hacer combinación de vehículos en este barranco, pero después de ver la vuelta que dimos en coche para aparcarlo en la Ermita de Urbez, es mejor llevar uno solo y hacer el retorno andando.

Dejamos un coche en el Barranco seco de Flageto y el otro en la Ermita. Mientras Aranda y yo esperábamos en Flageto a que el resto dejara el coche de retorno y volvieran al inicio del barranco, un guía nos dijo que el barranco iba algo contentillo para como era él y nos explica cómo acceder al Viandico sin tener que hacer el barranco seco de Flageto. Pero las indicaciones no son muy claras, el sendero carece de hitos de señalización y dado que vamos pillados de tiempo (la hora de coche perdida para aparcar en la Ermita de Urbez nos había retrasado y ya pasaban las 18:30), decidimos meternos por el barranco Flageto y hacer los 3 rápeles secos que rápidamente nos conducirían al Viandico.




Este barranco es peculiar por su morfología, inicialmente nos encontramos una gran poza con aguas retenidas y mal olientes, algo profunda pero con poco agua que junto con la vegetación de alrededor nos da una imagen prehistórica. 



El agua no está muy fría, pero según avanzamos por el barranco nos vamos encontrando con numerosas surgencias que aportan más agua al barranco.
Continuamos el barranco y verificamos lo que el guía nos había comentado, el agua está muy turbia y lleva algo de fuerza por lo que  en gran parte del barranco tenemos que sortear los rápidos cambiándonos de margen y nos encontramos con algunas zonas complicadas que atravesamos cuidadosamente.


Una vez llegado al molino, topamos de frente con el rápel final y el puente desde el que la gente fotografía la preciosa cascada. 


En esa zona, el río iba con demasiada fuerza, así que optamos por salirnos a la senda y cruzar el puente para alcanzar la cabecera del rápel.



Una vez descendido el rápel, seguimos el cauce del río hasta que divisamos la Ermita y el sendero que nos llevara hasta el coche.


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