domingo, 20 de julio de 2014

Barranco de Valdorria

PARTICIPANTES: Carlos, Jorge, Rubén, Aranda y la que escribe, Pilar

Tras un sábado intenso con la travesía Sil de las Perlas - Covona  y el barranco de Cacabillos, decidimos rematar el finde con el barranco de Valdorria el domingo.

Es costumbre madrugar en todas nuestras salidas, por si surge algún imprevisto  y porque siempre intentamos aprovechar el tiempo lo máximo posible, así que esta vez no iba a ser menos. En éste barranco se necesita combinación de vehículos por lo que nos dirigimos al pueblo de Nocedo, donde se encuentra la cascada de Nocedo o la cascada de Cola de Caballo. Allí dejamos el coche en un parking bien localizado con sitio para aparcar a ambos lados de la carretera. Lo primero que hicimos fue acercarnos por una pasarela de metal a la preciosa cascada para ver el caudal que llevaba el barranco. Debe de ser un lugar donde van muchos enamorados ya que hay un sinfín de candados puestos en la pasarela como señal de su amor…..Una vez dado por bueno el caudal, cogimos el otro coche y nos dirigimos a la localidad de Valdorria.
Como no sabíamos muy bien donde estaba el inicio del barranco, antes de ponernos el equipo, decidimos dar un vistazo a la zona. Vimos un camino que bajaba hacia el cauce y entendimos que ese deberíamos seguir. De vuelta al coche para cambiarnos preguntamos a un paisano para asegurarnos de no equivocarnos con el camino elegido. El señor al vernos sin neopreno nos dio las indicaciones pertinentes. Ya con el disfraz puesto, nos dirigimos por el camino que el hombre nos había indicado, pero al cabo de un rato andando nos dimos cuenta que ese camino era el PR que lleva directo a la cascada de Nocedo, pero por tierra, nosotros queríamos ir por al agua!!
Retrocedimos hasta el pueblo y volvimos a preguntar, esta vez ya con el neopreno puesto, nos indicaron correctamente. Aunque las ganas de agua hicieron que atajáramos hasta el cauce del rio entre prados empinados acabando metidos de lleno en la maleza de las orillas del rio que tendríamos que ir sorteando.
Parecía un barranco tranquilo, aunque a su vez muy resbaladizo, o esa sensación es la que me daba. El barranco comienza con unos pequeños toboganes y tras realizarlos sin problemas, llegamos al rápel de 20 metros, en algunas reseñas lo pone como tobogán, pero nosotros optamos por rapelarlo, dado que no nos gustaba mucho su forma. 



Acto seguido llegamos a la zona de toboganes, hay 3 toboganes juntos, pero los únicos que hicimos como tal fueron el segundo y tercero, si alguien no los quiere hacer hay una zona de escape.


Vaya…se acabó la zona divertida del barranco, nos tocaba salirnos del agua y andar por una senda  hasta la Cola de Caballo. Después de estar andando cerca de 30 minutos llegamos a la cascada final del barranco, que con anterioridad ya habíamos visto.
En la cascada hay varias reuniones, la primera nos llevara a una repisa donde se encuentra una segunda reunión y que ayuda mucho a la recuperación de la cuerda.



Una vez finalizado el barranco, miramos el reloj para comprobar que se aproximaba la hora a la que habíamos quedado con Vannesa y Trapo, así que nos pusimos a recoger y a cambiarnos bajo la mirada de esos turistas que van a disfrutar de la preciosa cascada.




sábado, 19 de julio de 2014

Barranco Cacabillos

PARTICIPANTES: Carlos, Vannesa, Jorge, Rubén, Aranda y la que escribe, Pilar



Algo que caracteriza a los miembros de este club es que no nos gusta mucho que el cuerpo descanse (quizá deberíamos ir cambiándolo jeje), así que después de realizar la travesía de Sil de Perlas - Covona durante la mañana, pusimos rumbo sin pausa a Caldas de Luna para realizar el barranco de Cacabillos. Durante el camino no paró de llover ni un minuto, así que no teníamos muy claro si íbamos a poder hacer el barranco o no, pero justo después de pasar el túnel que nos dirige al parking donde se deja el coche, el cielo se abrió y apareció el sol y con él las ganas de ponernos el neopreno de nuevo.

Una vez equipados, comenzamos con la aproximación. Mientras ascendíamos íbamos viendo el caudal que no parecía muy alto, aunque hasta el inicio del barranco no íbamos a poder evaluar exactamente la cantidad de agua que llevaba. Pasada media hora nos plantamos en el comienzo y terminamos de equiparnos. El barranco iba "algo contento" de caudal, así que, aunque es muy sencillito, deberíamos andar con más cuidado de lo normal. 



Comenzamos a andar por el curso del río, y tras algunos pequeños resaltes llegamos al pasamanos de acceso a la cabecera del primer rápel de 12 metros. Uno a uno fuimos bajando con sumo cuidado porque este barranco es muy escurridizo, lo que haría que nos lleváramos algún susto de más. Pasado este rápel llegamos al siguiente de 16 metros que tiene una pequeña poza colgada en la mitad. 


El acceso al mismo es un poco expuesto pero con ayuda unos de otros, lo bajamos sin problemas. Tras este rápel el barranco se encajona un poco y vuelve a abrir en el siguiente rápel. 




Y así uno tras otro cuando quisimos darnos cuenta estábamos al final del barranco el cual nos pareció muy bonito y muy entretenido, aunque bastante resbaladizo y algo corto, pero ya se sabe que lo breve si bueno dos veces bueno :).




domingo, 6 de julio de 2014

Barranco Artazul

PARTICIPANTES: Carlos, Aranda y la que escribe, Pilar



Como complemento al fin de semana, después de haber realizado el sábado la cueva-barranco de Leze, decidimos hacer el barranco de Artazul el domingo. Las previsiones eran buenas hasta las 15:00, hora en la que empezarían las lluvias, así que madrugamos mucho para estar fuera del barranco bastante antes de esa hora. Nos dirigimos hacia Aizpun, donde dejamos el coche. Esta vez no disponíamos de segundo vehículo por lo que nos tocaría volver andando. Nos cambiamos rápidamente e iniciamos el camino hacia el barranco, el cual parecía seco en su inicio. 

Entramos al cauce pasado el primer rápel de 33 m, que estaba totalmente seco, parecía muy expuesto y era necesario saltar una valla para llegar a su cabecera. La zona arbolada y con vegetación inicial no te hace imaginar lo que te encuentras más adelante. El barranco se encajona, 


empiezan a aparecer los resaltes, 


los rápeles, 




zonas oscuras y sinuosas, con muchos giros...


...que finalizan en un gran circo con un rápel de 45 metros y unas vistas impresionantes. 


Las sensaciones que aparecen mientras desciendes por la cascada en volado son indescriptibles y también las culpables de que sigamos enganchados a la práctica de este deporte.


Una vez todos abajo, solo nos quedaba contemplar una vez más el espectacular circo...


...y emprender el camino de vuelta. Camino en su principio bastante marcado, pero que una vez llegados a la parte superior del cañón se vuelve bastante confuso. Gracias al GPS llegamos al coche en una hora y cuarto aproximadamente. Allí nos encontramos a algunos miembros del Grupo de Espeleología Otxola que también iban a hacer el barranco y que nos dieron mucha información de más barrancos y cuevas de la zona. 

Da gusto acabar el barranco conociendo a tan buena gente, ojala podamos coincidir con ellos en breve (aunque sabemos que con alguna será más complicado, suerte con el parto). Día redondo, espectacular barranco y gran final.