viernes, 15 de agosto de 2014

Barranco de Liri o Gordo

Participantes: Pilar, Carlos Heras, Carlos Aranda, y servidor, Rubén


Esta vez no madrugamos, después de realizar el día anterior la travesía T1 – Santa Elena, preferimos descansar un poco más y hacer un barranco corto por la tarde. La elección fue el barranco de Liri. Para este barranco es necesaria combinación de vehículos, uno lo dejamos en la localidad de Castejón de Sos, justo en el cementerio. Para llegar al cementerio cogemos la pista que va al camping de Esera, y atravesado éste nos dirigimos al campo de aterrizaje Parapentes La Lleva. El siguiente coche lo dejaremos en Liri, según las indicaciones tenemos que divisar una curva de 45º y las viejas ruinas de un molino, pero ¿no nos hemos traído el transportador de ángulos? jejeje. Hay que decir que está bien señalizado y como nueva reseña podemos indicar que justo en la curva hay una cascada, que viene muy bien para refrescarse antes de iniciar el acceso al barranco, camino indicado con un cartel unos metros pasada la cascada.

Este es otro de los barrancos en los que piensas, como puede estar esto tan bonito escondido aquí y que no se vea nada desde fuera. Ese día el barranco llevaba bastante agua, aunque según un guía de la zona solo llevaba un hilito, pero era más bien un hilazo. Nos encontramos con una sucesión de rapeles, con más de una cascada en la que nos llevamos revolcón ya que la cabecera estaba justo en medio de la misma. 






También cabe recalcar que había varias cabeceras donde te quedabas un poco expuesto para su instalación. 

El tramo central del río es un poco feo, donde cambia por completo la imagen que llevábamos de cascadas encajonadas y pasamos a un tramo de continuos bloques y pequeñas pozas por lo que decidimos evitarlo y coger los escapes que van por su orilla.
Pasado este tramo, vuelven las cascadas y los rápeles, y en breve llegamos al final del barranco. 




El retorno a cambiado un poco con respecto a las reseñas de internet, tendremos que descender por el cauce del río hasta que veamos un camino que cruza éste, cogeremos el camino de la derecha. Más adelante tendremos que saltar una pequeña valla y seguir el PR que nos lleva a Castejón de Sos.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Barranco Flageto y Viandico

Participantes: Pilar, Carlos Heras, Carlos Aranda, Javi, Gabri y servidor, Rubén



Después de realizar por la mañana la Garganta de las Gloces, decidimos avanzar un poco más por la carretera y emplear la tarde disfrutando del barranco Viandico. Según lo que habíamos leído en otras reseñas, es aconsejable hacer combinación de vehículos en este barranco, pero después de ver la vuelta que dimos en coche para aparcarlo en la Ermita de Urbez, es mejor llevar uno solo y hacer el retorno andando.

Dejamos un coche en el Barranco seco de Flageto y el otro en la Ermita. Mientras Aranda y yo esperábamos en Flageto a que el resto dejara el coche de retorno y volvieran al inicio del barranco, un guía nos dijo que el barranco iba algo contentillo para como era él y nos explica cómo acceder al Viandico sin tener que hacer el barranco seco de Flageto. Pero las indicaciones no son muy claras, el sendero carece de hitos de señalización y dado que vamos pillados de tiempo (la hora de coche perdida para aparcar en la Ermita de Urbez nos había retrasado y ya pasaban las 18:30), decidimos meternos por el barranco Flageto y hacer los 3 rápeles secos que rápidamente nos conducirían al Viandico.




Este barranco es peculiar por su morfología, inicialmente nos encontramos una gran poza con aguas retenidas y mal olientes, algo profunda pero con poco agua que junto con la vegetación de alrededor nos da una imagen prehistórica. 



El agua no está muy fría, pero según avanzamos por el barranco nos vamos encontrando con numerosas surgencias que aportan más agua al barranco.
Continuamos el barranco y verificamos lo que el guía nos había comentado, el agua está muy turbia y lleva algo de fuerza por lo que  en gran parte del barranco tenemos que sortear los rápidos cambiándonos de margen y nos encontramos con algunas zonas complicadas que atravesamos cuidadosamente.


Una vez llegado al molino, topamos de frente con el rápel final y el puente desde el que la gente fotografía la preciosa cascada. 


En esa zona, el río iba con demasiada fuerza, así que optamos por salirnos a la senda y cruzar el puente para alcanzar la cabecera del rápel.



Una vez descendido el rápel, seguimos el cauce del río hasta que divisamos la Ermita y el sendero que nos llevara hasta el coche.


Garganta de las Gloces

Participantes: Pilar, Carlos Heras, Carlos Aranda, Javi, Gabri y servidor, Rubén


El objetivo inicial del día era el barranco del Sorrosal, pero después de una noche de tormenta, con truenos y gran cantidad de agua, decidimos volver a ver la cascada de Sorrosal (la que la tarde anterior iba genial) para verificar lo que nos temíamos, era imposible hacer el barranco del Sorrosal pues la poza colgaba escupía mucha agua.

Como nunca faltan planes, qué mejor que dar un buen pateo en busca de la Boca de T1 (travesía programada para el día siguiente) y aprovechar para dejar algo de logística arriba y no ir así tan cargados la mañana siguiente. De esta manera le dábamos tiempo a los barrancos a desaguar.

Buscada la boca, volvimos a Broto para comprobar que el Sorrosal seguía imposible aunque su caudal había disminuido casi dos terceras partes. Como alternativa, nos decantamos por la Garganta de las Gloces. Llegamos a la localidad de Fanlo y aparcamos el coche en el cruce de la misma. 



Justo enfrente sale un camino descendente que es el que nos lleva hasta el barranco en poco menos de veinte minutos.
En cuento divisamos el cauce del río, vimos que no bajaba mucha gua, por no decir que casi no la había. Sin embargo, el barranco se encajona y el caudal aumenta. Cuál fue nuestra sorpresa, una vez dentro del barranco, cuando notamos el agua caliente en comparación con la de otros.



Éste es un barranco pequeño pero de gran interés por su composición morfológica. El barranco se compone de varios rápeles que necesitan instalación, los demás se pueden hacer perfectamente mediante saltos o destrepes.
Sin darnos cuenta fuimos avanzando, disfrutando de las preciosidades del barranco, hasta que entramos en un pasillo muy estrecho donde apenas entra la luz (parecíamos estar dentro de una cueva). 



Atravesado el pasillo, aparecen de nuevo los rayos de sol, y mirando hacia atrás podemos recrearnos con la maravillosa estampa que forman las paredes llenas de musgo y helechos. Qué pena que vuelva la luz ya que el barranco vuelve a su ser y pronto finaliza.



martes, 12 de agosto de 2014

Barranco del Furco

PARTICIPANTES: Pilar, Carlos Heras, Carlos Aranda y servidor, Rubén



Tras nuestra llegada a Ordesa y una vez instalados en el camping no había mejor forma de rematar la tarde que haciendo un barranco cercano. En nuestros oídos siempre resuena la palabra Furco, ya que a C.Aranda  le gustaría hacerlo helado. Esta vez no lo está, lógicamente, pero decidimos repetirlo y así pasar la tarde.

No es necesaria la combinación de vehículos, cruzamos la localidad de Broto y vamos dirección a Buesa, en el margen derecho de la carretera divisamos una pequeña explanada y el cauce del río, dejamos allí los vehículos. Una vez cambiados de ropa, subimos andando por la carretera hacia Buesa. El acceso al barranco no está señalizado, según avanzamos por la carretera pasada una curva hacia la derecha vamos a observar cómo se unen unos caminos a ésta, procedentes desde las laderas del margen izquierdo. Cogeremos el tercer camino y continuaremos por él hasta que divisemos la presa.
Llegados a la presa, empieza la diversión…a ponernos el neopreno, sin que antes se nos olvide quitarnos el reloj, jajaja.
Accedimos a la primera cabecera por el pasamanos de la presa, contemplar el primer rápel es muy bonito así que tiene que ser una preciosidad verlo helado y rapelarlo.


La poza final del rápel tiene poca agua, podríamos haber enlazado éste rapel con el siguiente, pero optamos por partirlo y que nos durara un poco más el barranco.



Seguimos bajando por el cauce del río hasta que llegamos al salto de 7 m o el rápel de 13 m. Nos encontramos un guía delante nuestro que nos indicó que había suficiente agua como para saltar. En otras ocasiones en las que habíamos hecho el barranco, C.Aranda había saltado desde la repisa y había tocado fondo en la poza. Con las indicaciones del guía se volvió a tirar, y cuál fue la sorpresa que volvió a tocar suelo, pero sin consecuencias lesivas.
El resto decidimos descender rapelando, pero soltándonos a mitad de rápel y terminando con un tobogán. Este es muy limpio, al final del mismo todo tu cuerpo se despega del suelo y entras como una flecha en la poza. Por el ruido que se produce, parece que te das con la cabeza contra el suelo, pero no es así, realmente es el neopreno que hace “ventosa”, jejeje, una pena no poder repetir…


Según salimos de la poza,  tenemos otro rápel de 20 m, con muy poco agua. 


El barranco va llegando a fu final, pero aún nos queda un pequeño tobogán con una mini-poza alargada de recepción, digo mini porque el agua de esta no nos cubría ni medio muslo. 
Finalizado el barranco tocaba terracita de rigor en Broto, con la excusa de poder acercarnos a la cascada del Sorrosal a ver el caudal y poder atacarle al día siguiente.


Barranco de Aguaré

PARTICIPANTES: Carlos y la que escribe, Pilar



Después de pasar unos días en el pirineo Francés, pusimos rumbo a Torla donde nos juntaríamos con más miembros del club para pasar la semana juntos. Aprovechando nuestro paso por Canfranc y habiendo leído tan buenas reseñas del barranco de Aguaré, decidimos completar el día haciendo una pequeña parada para realizar el barranco.
La aproximación depende del tramo de barranco que se quiera descender. Como el croquis tenía tan buena pinta, elegimos hacerlo entero, así que nos esperaba hora y media de pateo: primero la subida hasta el refugio de Gabardito y una vez allí descenso hasta el inicio del barranco. Una vez en el inicio, y ya equipados, comenzamos el descenso. Las lluvias de los últimos días le habÍan dado un poco de vida al barranco, que a estas alturas de verano bien podría estar seco. En breve llegamos al primer rápel de 25 metros, el más grande de todos. 


Al principio el barranco cuenta con zonas muy abiertas, partes descompuestas, destrepes y troncos encajados que te hacen imaginar la fuerza que debe llevar el agua para dejarlos allí. A diferencia de otros barrancos, este no es nada escurridizo y algo que nos llamó mucho la atención, estaba plagado de tritones.


A mitad de barranco, la morfología cambia. Los rápeles empiezan a aparecer uno tras otro, el barranco se encajona en muchas zonas y se abre en otras, convirtiéndose en un descenso bastante deportivo, entretenido y de gran belleza. 






Sin darnos cuenta en apenas tres horas y media nos plantamos en el último rápel y para finalizar, saltito en la última poza donde había una pareja disfrutando del baño. Sin lugar a dudas este barranco cumplió todas nuestras expectativas. Ya podíamos continuar, con energía renovada, nuestro viaje hacia Torla... :) 

domingo, 20 de julio de 2014

Barranco de Valdorria

PARTICIPANTES: Carlos, Jorge, Rubén, Aranda y la que escribe, Pilar

Tras un sábado intenso con la travesía Sil de las Perlas - Covona  y el barranco de Cacabillos, decidimos rematar el finde con el barranco de Valdorria el domingo.

Es costumbre madrugar en todas nuestras salidas, por si surge algún imprevisto  y porque siempre intentamos aprovechar el tiempo lo máximo posible, así que esta vez no iba a ser menos. En éste barranco se necesita combinación de vehículos por lo que nos dirigimos al pueblo de Nocedo, donde se encuentra la cascada de Nocedo o la cascada de Cola de Caballo. Allí dejamos el coche en un parking bien localizado con sitio para aparcar a ambos lados de la carretera. Lo primero que hicimos fue acercarnos por una pasarela de metal a la preciosa cascada para ver el caudal que llevaba el barranco. Debe de ser un lugar donde van muchos enamorados ya que hay un sinfín de candados puestos en la pasarela como señal de su amor…..Una vez dado por bueno el caudal, cogimos el otro coche y nos dirigimos a la localidad de Valdorria.
Como no sabíamos muy bien donde estaba el inicio del barranco, antes de ponernos el equipo, decidimos dar un vistazo a la zona. Vimos un camino que bajaba hacia el cauce y entendimos que ese deberíamos seguir. De vuelta al coche para cambiarnos preguntamos a un paisano para asegurarnos de no equivocarnos con el camino elegido. El señor al vernos sin neopreno nos dio las indicaciones pertinentes. Ya con el disfraz puesto, nos dirigimos por el camino que el hombre nos había indicado, pero al cabo de un rato andando nos dimos cuenta que ese camino era el PR que lleva directo a la cascada de Nocedo, pero por tierra, nosotros queríamos ir por al agua!!
Retrocedimos hasta el pueblo y volvimos a preguntar, esta vez ya con el neopreno puesto, nos indicaron correctamente. Aunque las ganas de agua hicieron que atajáramos hasta el cauce del rio entre prados empinados acabando metidos de lleno en la maleza de las orillas del rio que tendríamos que ir sorteando.
Parecía un barranco tranquilo, aunque a su vez muy resbaladizo, o esa sensación es la que me daba. El barranco comienza con unos pequeños toboganes y tras realizarlos sin problemas, llegamos al rápel de 20 metros, en algunas reseñas lo pone como tobogán, pero nosotros optamos por rapelarlo, dado que no nos gustaba mucho su forma. 



Acto seguido llegamos a la zona de toboganes, hay 3 toboganes juntos, pero los únicos que hicimos como tal fueron el segundo y tercero, si alguien no los quiere hacer hay una zona de escape.


Vaya…se acabó la zona divertida del barranco, nos tocaba salirnos del agua y andar por una senda  hasta la Cola de Caballo. Después de estar andando cerca de 30 minutos llegamos a la cascada final del barranco, que con anterioridad ya habíamos visto.
En la cascada hay varias reuniones, la primera nos llevara a una repisa donde se encuentra una segunda reunión y que ayuda mucho a la recuperación de la cuerda.



Una vez finalizado el barranco, miramos el reloj para comprobar que se aproximaba la hora a la que habíamos quedado con Vannesa y Trapo, así que nos pusimos a recoger y a cambiarnos bajo la mirada de esos turistas que van a disfrutar de la preciosa cascada.




sábado, 19 de julio de 2014

Barranco Cacabillos

PARTICIPANTES: Carlos, Vannesa, Jorge, Rubén, Aranda y la que escribe, Pilar



Algo que caracteriza a los miembros de este club es que no nos gusta mucho que el cuerpo descanse (quizá deberíamos ir cambiándolo jeje), así que después de realizar la travesía de Sil de Perlas - Covona durante la mañana, pusimos rumbo sin pausa a Caldas de Luna para realizar el barranco de Cacabillos. Durante el camino no paró de llover ni un minuto, así que no teníamos muy claro si íbamos a poder hacer el barranco o no, pero justo después de pasar el túnel que nos dirige al parking donde se deja el coche, el cielo se abrió y apareció el sol y con él las ganas de ponernos el neopreno de nuevo.

Una vez equipados, comenzamos con la aproximación. Mientras ascendíamos íbamos viendo el caudal que no parecía muy alto, aunque hasta el inicio del barranco no íbamos a poder evaluar exactamente la cantidad de agua que llevaba. Pasada media hora nos plantamos en el comienzo y terminamos de equiparnos. El barranco iba "algo contento" de caudal, así que, aunque es muy sencillito, deberíamos andar con más cuidado de lo normal. 



Comenzamos a andar por el curso del río, y tras algunos pequeños resaltes llegamos al pasamanos de acceso a la cabecera del primer rápel de 12 metros. Uno a uno fuimos bajando con sumo cuidado porque este barranco es muy escurridizo, lo que haría que nos lleváramos algún susto de más. Pasado este rápel llegamos al siguiente de 16 metros que tiene una pequeña poza colgada en la mitad. 


El acceso al mismo es un poco expuesto pero con ayuda unos de otros, lo bajamos sin problemas. Tras este rápel el barranco se encajona un poco y vuelve a abrir en el siguiente rápel. 




Y así uno tras otro cuando quisimos darnos cuenta estábamos al final del barranco el cual nos pareció muy bonito y muy entretenido, aunque bastante resbaladizo y algo corto, pero ya se sabe que lo breve si bueno dos veces bueno :).




domingo, 6 de julio de 2014

Barranco Artazul

PARTICIPANTES: Carlos, Aranda y la que escribe, Pilar



Como complemento al fin de semana, después de haber realizado el sábado la cueva-barranco de Leze, decidimos hacer el barranco de Artazul el domingo. Las previsiones eran buenas hasta las 15:00, hora en la que empezarían las lluvias, así que madrugamos mucho para estar fuera del barranco bastante antes de esa hora. Nos dirigimos hacia Aizpun, donde dejamos el coche. Esta vez no disponíamos de segundo vehículo por lo que nos tocaría volver andando. Nos cambiamos rápidamente e iniciamos el camino hacia el barranco, el cual parecía seco en su inicio. 

Entramos al cauce pasado el primer rápel de 33 m, que estaba totalmente seco, parecía muy expuesto y era necesario saltar una valla para llegar a su cabecera. La zona arbolada y con vegetación inicial no te hace imaginar lo que te encuentras más adelante. El barranco se encajona, 


empiezan a aparecer los resaltes, 


los rápeles, 




zonas oscuras y sinuosas, con muchos giros...


...que finalizan en un gran circo con un rápel de 45 metros y unas vistas impresionantes. 


Las sensaciones que aparecen mientras desciendes por la cascada en volado son indescriptibles y también las culpables de que sigamos enganchados a la práctica de este deporte.


Una vez todos abajo, solo nos quedaba contemplar una vez más el espectacular circo...


...y emprender el camino de vuelta. Camino en su principio bastante marcado, pero que una vez llegados a la parte superior del cañón se vuelve bastante confuso. Gracias al GPS llegamos al coche en una hora y cuarto aproximadamente. Allí nos encontramos a algunos miembros del Grupo de Espeleología Otxola que también iban a hacer el barranco y que nos dieron mucha información de más barrancos y cuevas de la zona. 

Da gusto acabar el barranco conociendo a tan buena gente, ojala podamos coincidir con ellos en breve (aunque sabemos que con alguna será más complicado, suerte con el parto). Día redondo, espectacular barranco y gran final.


domingo, 18 de mayo de 2014

Barranco de los Oscuros de Balcés

PARTICIPANTES: Pilar, Carlos, Gabri, Javi y el que escribe, Aranda


El domingo, para aprovechar la mañana antes de regresar, decidimos hacer este corto pero bonito barranco. Además, como Fina (la dueña del camping) fue tan amable de dejarnos recoger las tiendas más tarde, no tuvimos que madrugar. Así que sobre las 10, estábamos preparando las sacas y partiendo en sentido a Bierge, para antes de llegar al collado del barranco fondo, coger una pista a la derecha durante unos 3 kms. 

La aproximación se hace muy amena, excepto la última parte, en la que para llegar al cauce hay que descender un lapiaz con mucha pendiente, pero desde el cual se tienen unas vistas increíbles de la zona.


Al poco de tomar contacto con el agua, llegamos al primer resalte...


...y enseguida nos metemos en el gran caos de bloques, que sorteamos por donde buenamente podemos, llegando al segundo pequeño rápel, para poco después adentrarnos en el pasillo inundado.


Ésta es una zona tan estrecha, que puedes tocar las inmensas  paredes que nos flanquean con ambas manos a la vez y disfrutar de las vistas dejándote llevar por la corriente. Pasado este bonito tramo, llegamos al último rápel con pasamanos de aproximación a la cabecera...


y poco más adelante, el cañón se abre, indicándonos que hemos llegado al final. 

Como nos ha sabido a poco, nos quedamos un rato en esta zona, saltando desde una de las paredes y admirando la demostración que nos hace de sus habilidades “la gambilla eléctrica” ;-))).