domingo, 23 de junio de 2013

Barranco Fornocal

Participantes: Pilar, Carlos, Rubén y el que escribe, Aranda


El domingo, para rematar el finde, nos fuimos a hacer este barranco que está cerca de Alquezar. Aunque la aproximación era un poco más larga, el paisaje merecía la pena y el caudal, aunque importante, era perfecto para disfrutar al máximo. Al poco de comenzar, alcanzamos a un grupo de 7 franceses que iban con un guía. Nosotros solo éramos 4, pero como no nos dejaron pasar, nos tocó esperar hasta que hicieron una parada para adelantarles.





Los rápeles y saltos se van sucediendo ...







...hasta que llegamos a una zona casi de ambiente espeleológico, donde el juego del agua con la luz, produce un efecto en la vegetación multicolor, para mí, la parte más bonita. 





Pronto divisamos al fondo el puente roca que habíamos visto en la aproximación...





...y pasados varios toboganes y resaltes, vemos encima de nosotros el enorme puente que cruza el río y por donde discurre la carretera en la que hemos dejado el segundo coche. Solo nos quedaba subir por el lateral y fue cuando caímos en la cuenta, con pena, de que esto se acababa y nos quedaba volver a por el otro coche y hacernos los 400 km de regreso, con la promesa de que en la próxima, haríamos unos saltos en la presa de Bierge y visitaríamos Alquezar, que por falta de tiempo, nos quedó pendiente.

sábado, 22 de junio de 2013

Barranco Formiga

Participantes: Pilar, Carlos, Rubén y el que escribe, Aranda



Como  no era tarde, cuando salimos de Cueva Cabrito y no pudimos hacer los estrechos, nos dirigimos a probar suerte al Formiga, pues a estas horas ya estaría poco concurrido. Para llegar, solo se necesita un vehículo que dejamos en un aparcamiento que hay al final del barranco, ya que la aproximación se hace por lado izquierdo orográfico del río, por una senda bien marcada, que nos llevará pasando por un refugio para el ganado, a un pasamanos de acero que nos deja en el primer rápel.


Enseguida nos damos cuenta de que el caudal del Formiga es bastante mayor de lo normal en esta época del año y en el primer tobogán, por un descuido mío, se nos va la saca de las cuerdas al fondo de la poza. Desde aquí, quiero dar las gracias a los dos futuros guías que nos ayudaron a recuperarla (espero que aprobaseis vuestro examen, que os lo merecíais, majetes :-))). 
Pasado este sustillo, comenzamos a disfrutar del barranco como niños pequeños. 


En el siguiente rápel, la fuerza del agua hace que desaparezcamos por un instante tras la cascada, 


luego algún salto y dos rápeles mas, hacen que en hora y media, estemos ya en los coches quitándonos el neopreno y pensando en la cervecita que nos tomaremos.




Barranco Cueva Cabrito

Participantes: Pilar, Carlos, Rubén y el que escribe, Aranda


Teníamos unas ganas enormes de subir a Pirineos a hacer barrancos, pero con las lluvias y desbordamientos de los últimos días, nada lo aconsejaba, así que decidimos quedarnos en Guara, donde los barrancos no bajaran tan brutos y acertamos!
Se nos ocurrió comenzar con éste, pues es ideal después de tormentas y combinarlo con los estrechos de Balcés, y así hacerlo un poco más largo. Dejamos uno de los coches en el puente que atraviesa el rio Isuala y remontamos con el otro hasta la gran encina, donde comienza la senda que nos lleva al principio del barranco.


Desde arriba, podemos ver lo estrecho que es, en algunos tramos tendremos que pasar de lado, y aunque comenzamos rapelando en seco, poco a poco nos vamos encontrando charcas, hasta que el caudal nos llega a la rodilla.


Pasado este tramo, llegamos a una zona abovedada, como si fuera una cueva,



luego el barranco se estrecha de nuevo hasta que termina desembocado en el río Balcés. 



Aquí el caudal aumenta exponencialmente y la corriente es muy fuerte, así tras dar varios pasos agarrándonos a las paredes, decidimos remontarlo y salirnos unos metros más adelante, donde unos mojones nos indican la senda de regreso al coche. Dejamos los estrechos de Balcés para una próxima vez, en la que no estén tan salvajes y podamos disfrutarlos sin peligro.




domingo, 12 de mayo de 2013

Barranco de Poyatos

Participantes: Pilar Carrasco, Rubén Gálvez, Carlos Heras y el que escribe, Carlos Aranda



Teníamos ya ganas de enfundarnos el neopreno, y como este barranco está cerquita, decidimos hacerlo este domingo, aún sabiendo que seguramente tendría poco caudal, pero con las lluvias caídas en los últimos días, quisimos probar suerte.


Hicimos combinación de coches, y de esta manera, tanto la aproximación como el retorno son casi inmediatos. Resultó ser un día soleado, y cuando llegamos al primer rapel de 4 por el que se accede al barranco y vimos que estaba completamente seco, supimos que nos iba a tocar sudar un poco, hasta que encontrásemos agua.

Nada mas pasar este primer rapel y destrepar algún resalte, tomamos contacto con el agua,





fresquita, pero apetecible y empezamos a disfrutar realmente. Pronto se suceden varios pequeños rápeles y algún que otro salto que descendemos sin dificultad. Es éste un barranco sencillo y con varios escapes, ya que se entremezclan en él tramos encajonados con espacios mas abiertos. 


El rapel de 21 metros es el mas espectacular, 


y una vez superado, llegamos a una pequeña represa que un poco mas adelante nos conduce a la presa, la cual decidimos rapelarla, porque el caudal que bajaba, no aconsejaba hacer el descenso por los escalones sin cuerda.


Por fin llegamos al puente donde habíamos dejado el coche de Carlos, y tras cambiarnos y subir a buscar el coche de Rubén, repusimos fuerzas comiendo algo sobre este puente, mientras se secaban un poco los neoprenos al sol.