domingo, 15 de julio de 2012

Barranco del Furco

Participantes: Pilar Carrasco, Carlos Heras y el que escribe, C. Aranda


Después de haber descendido el día anterior el Sorrosal, decidimos hacer el domingo este corto pero bonito barranco, ya que teníamos que regresar a casa y no queríamos salir muy tarde.

Así que madrugamos para no encontrarnos con las agencias de multiaventuras, dejamos el coche a la salida de Broto en dirección Boltaña, y nos enfundamos los neoprenos, algo húmedos aún del descenso anterior. 



La aproximación es bastante corta, pero por un despiste mío dimos alguna vuelta más de la cuenta. 
Por fin, llegamos a la presa donde comienza el primer rápel, y en mi opinión el más bonito, que desemboca en una poza desde la que sale un segundo rápel más pequeño. 


Una vez abajo los tres, 



 nos quedamos mirando la curiosa forma semicircular que ha creado la fuerza del agua. 


Continuamos por un caos de bloques y vemos que el caudal está bastante mermado (nos han comentado que hace varios días que  no llueve en esta zona) y este barranco acusa bastante el estiaje.

Pasado el caos, entramos en una zona más tranquila, con mucha vegetación, que enseguida  nos lleva al tercer rápel, que se puede descender con cuerda, como tobogán o saltando por el lado derecho desde una pequeña repisa. Yo decido saltar..



(lo he hecho en varias ocasiones y sé que la poza de recepción tiene suficiente profundidad), mis compañeros, más sensatos, bajan rapelando y una vez abajo, nos acercamos a la última cabecera de un P 25 que bajando por una bonita cascada,  nos dejará en la parte final del barranco. 


Apenas llevamos 50 minutos desde el inicio y nos entran ganas de volver a repetirlo, pero nos esperan varias horas de carretera de regreso y decidimos que volveremos en invierno para bajarlo con crampones cuando esté completamente helado.


sábado, 14 de julio de 2012

Garganta del Sorrosal

Participantes: Pilar Carrasco, Carlos Heras y, y el que escribe, C. Aranda


Llegué al camping de Torla el viernes 13, donde ya me esperaban Carlos y Pilar, un poco cansados, pues llevaban toda la semana subiendo picos por Pirineos. Comentamos hacer este barranco al día siguiente y estuvimos viendo un poco los rápeles que tenía y la posibilidad de empezarlo en Fragen o en Linas de Broto. Al final decidimos empezar desde Linas, y creo que acertamos con la elección.

Nos levantamos temprano, preparamos todo, desayunamos y nos acercamos a Broto, dejando en la base de la cascada el “huevo“, y desplazándonos con el coche de Carlos al pueblo de Linas de Broto, donde justo antes de llegar, hay una curva a izquierdas, desde la cual parte una pista que nos lleva al inicio del barranco.




Comienza este descenso con una sucesión de destrepes, toboganes y pequeños saltos, que nos hace disfrutar desde el primer momento y motivarnos a continuar, pues es la parte más light del barranco.





































A la altura de Fragen, vemos como un grupo de unas ocho personas entran en este punto delante de nosotros, lo que hace ralentizar un poco nuestro avance que solo somos tres.


A partir de aquí, los saltos comienzan a ganar altura y encontramos un tobogán, que en su parte final está un poco expuesto, pues sobresale una piedra; así que, después de valorarlo un rato, decidimos imitar al grupo que nos precede y rapelamos desde un árbol que hay a la izquierda. Pasado esto, nuestros vecinos paran a reponer fuerzas y aprovechamos para tomarles la delantera.


Llegamos a otro rápel con posibilidad de salto, y mientras decidimos si poner o no cuerda, me lanzo al vacío, pues creo ver a través de las aguas cristalinas que tiene la suficiente profundidad. Pilar y Carlos, viendo que salgo a la superficie gritando de alegría, saltan detrás de mi ¡¡¡inconscientes!!!, dejando al grupo que adelantamos con la palabra en la boca, que comentaba que era mejor poner cuerda para bajar.


Pronto, empezamos a ver un paisaje familiar (cables, clavijas, apoyos artificiales…); hemos llegado a la altura de la vía ferrata que los tres hemos recorrido en alguna ocasión. Bajamos un R 10 poniendo cuerda (aquí no me fío de la profundidad de la poza) y a partir de aquí se nos encoge el estómago, porque sabemos lo que nos espera unos metros mas adelante.



Pasamos por debajo del puente de la ferrata y llegamos a un pasamanos instalado con una cuerda tan machacada que da miedo echar los cabos. Descendemos un R 8 y llegamos a una pequeña repisa que da acceso a la cabecera del espectacular R 40 que nos dejará en la poza colgada. Las vistas son magníficas, la cascada se derrama a nuestro lado de forma estrepitosa, y tomo conciencia de lo insignificante que es el hombre ante la omnipotente Naturaleza.

Sin pensarlo más, empezamos a bajar disfrutando de un rápel espectacular, pero con “tiento”, porque tiene un roce un poco feo.



Al llegar a la poza intermedia, los chavales que nos siguen, nos echan una mano para recuperar la cuerda ¡gracias chicos! Y cruzamos nadando esta poza, ya que la cabecera del siguiente rápel está al otro lado. Con mucho caudal, ésta es quizá la zona más comprometida del barranco, pues la corriente te puede arrastrar y precipitarte 45 metros más abajo. Pero hoy no es el caso, y Carlos nos demuestra sus habilidades natatorias adquiridas hace apenas unos meses.


Sólo nos queda bajar el R 45, que descendemos sin problema,..


...felicitándonos los tres por lo bien que se nos ha dado (sobre todo a Pilar y Carlos que se han “ bautizado” con este barranco, que tiene bien poco de iniciación).